La pintura es el medio de comunicación del pintor para transmitir emociones a quienes contemplan su obra. Busca hacer partícipe al espectador de lo que ha sentido al crearla. Y eso es lo que hizo Pedro en sus pinturas impresionistas, del mar, de las calles de Barcelona, de su Ciudad Vieja, de su Rambla, de sus paisajes rurales. Todo esto lo consigue sin perder detalle alguno con sus pinceladas rápidas y cortas, con su gama de colores que logran ser protagonistas. El color es el que manda en sus obras. Y qué decir de sus retratos realistas con expresiones absolutamente naturales, ninguna artificialidad y sobre todo las miradas siempre son lo más potente de sus retratos.
Tocó todas las técnicas: óleo, acuarela, serigrafía, grabado, carteles.... y aquí hay una pequeña muestra.
Esperamos que los espectadores disfruten de sus obras tal como él disfrutó cuando las creó.
Siempre en nuestro recuerdo.
EBC